REVISTA N° 33 | AÑO 2025 – 2

Prácticas en psicoanálisis familiar perinatal

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Introducción N°26

Irma Morosini, Raffaele Fischetti, Alejandro Klein
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Tiempos inciertos

Sonia Kleiman
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Prácticas en psicoanálisis familiar perinatal

Argumento de Elisabeth Darchis sobre el N° 33 Revista AIPCF 2025

El apoyo psicoanalítico a las familias durante la atención perinatal es una práctica que viene avanzando desde hace varias décadas, demostrando su eficacia en la prevención. Al construir una nueva familia, no se trata simplemente de apoyar a un sujeto o a un vínculo, una díada o una tríada, un bebé en su familia o en una institución. Se trata de escuchar al grupo familiar en su totalidad, preocupado por su historia presente, pasada y futura, por su romance familiar y sus raíces ancladas en los azares de la vida, las migraciones, el caldo de cultivo de las diferencias culturales, etc. No nacemos en, sino de, una familia, como señaló Ruffiot en 1981[1]: «Somos tejido antes de nacer».

Durante un verdadero viaje psíquico, la nueva familia pondrá a trabajar esta herencia para hacerla suya antes de que llegue el niño. Lo recibido de generaciones anteriores se revisita para confiarlo a los descendientes, quienes a su vez transformarán ese bagaje en la transmisión. Desde el momento del embarazo, la regresión y deconstrucción de todo el grupo dará promesas de progresión para organizar la familia en la diferencia de generaciones. Este momento clave de la perinatalidad es un psicoanálisis de la infancia, decía Racamier (1978)[2]. Proponemos ver esto como un verdadero psicoanálisis de la familia (Darchis, 2016)[3].

Pero también sabemos que este período necesario de crisis puede ser abusivo y disruptivo. El periodo perinatal es a veces un auténtico tsunami o un maremoto destructivo. Cada nacimiento moviliza lo transgeneracional y la situación neonatal puede convertirse en una amenaza para los sujetos o para la pareja que se rompe (violencia, alcoholismo, infidelidad, etc.). A veces resulta difícil para las familias articular el vínculo romántico de pareja y el vínculo parental: lo transgeneracional está en connivencia en el lazo de la alianza (Joubert, 2007)[4]. El miedo a la desorganización de pactos y contratos puede inmovilizar el proceso de construcción del nuevo grupo. Este laborioso pasaje exige una fuerte resistencia para luchar contra viejos sufrimientos, contra traumas inexplicables o cifrados, contra secretos y cosas no dichas. Las organizaciones defensivas se expresan como negación del embarazo, depresión o descompensación puerperal parental, apego e incestualidad o distanciamiento y deficiencias. Los futuros padres jóvenes que luchan con la parte maldita de su herencia (duelo, vergüenza, paternidad incierta, etc.) sufren cuando llega un bebé y pueden, a su vez, convertirse en portadores de síntomas.

La propia patología de los futuros padres puede agravar la crisis perinatal (identidades frágiles, melancolía, drogadicción, enfermedades orgánicas, etc.). Este trastorno se redobla también en situaciones puntuales o accidentes neonatales (desarraigo, desempleo, ruptura de vínculos, embarazo adolescente, prematuridad, anuncio de discapacidad, fallecimiento, etc.). Todos estos sufrimientos deben ser acompañados.

Podremos ver los efectos de estos trastornos en la familia y estudiar las indicaciones de apoyo para contener al grupo y favorecer el proceso necesario de transitar este periodo. El sistema de terapia familiar psicoanalítica perinatal (PPFT) orienta la crisis esencial del período perinatal, cuando aspectos destructivos y patogénicos corren el riesgo de poner en peligro este período normalmente reorganizador y constructivo. El TFP, al acoger a la familia, y desde el momento del embarazo con el bebé en el útero, favorece la reorganización esencial del patrimonio psicológico familiar para que cada persona pueda realizarse progresivamente como grupo individual y sujeto relativamente autónomo.

Los cuidadores y las instituciones, conscientes de la necesidad de escuchar el sufrimiento específico y particular de la atención perinatal, ofrecen lugares de atención a los futuros jóvenes padres, extendiendo a veces esta acogida a hermanos y abuelos. Establecer contactos con socios perinatales también es valioso.

Nuestras prácticas han progresado con conceptualizaciones e innovaciones originales en neonatología, pediatría materna y hospitalaria, o incluso en entornos de primera infancia, protección materno – infantil, bienestar infantil, psiquiatría infantil, etc.

La transmisión en este campo nos invita a explorar más nuestras bases teóricas para transformarlas en un trabajo de continuidad, pero también de cambio. Nuestra investigación debe ser compartida con y entre generaciones de profesionales internacionales. Difundamos también para avanzar en la atención psicológica perinatal a nivel mundial, que brinde un apoyo lo más cercano posible a este momento fundacional y organizador de la nueva familia en torno a la llegada de un pequeño.


[1] Ruffiot A. (1981), La thérapie familiale psychanalytique, Paris, Dunod.

[2] Racamier P.-C. (1978), Psychoses de la maternalité, Mère mortifère, mère meurtrière, mère mortifiée, Paris, ESF.

[3] Darchis E. (2016), Clinique familiale de la périnatalité, Paris, Dunod.

[4] Joubert Ch. (2007), Le rôle du transgénérationnel dans le lien de couple, Le Divan familial, 18, Paris, In Press, 69-79.

Revista Internacional de Psicoanálisis de Familia y Pareja

AIPPF

ISSN 2105-1038