REVUE N° 20 | ANNE 2019 / 1
Résumé
Le temps en mouvement. Histoire familiale. Évènement
Dans ce travail, nous allons nous interroger sur les expériences émotionnelles de liens qui se mettent en jeu dans un récit historique, dans les scènes qui se présentent dans une clinique des liens.
Même si les scènes se déploient dans des temps hétérogènes, les associations, elles, tendent à construire une chaîne de continuités qui part à la recherche des causes et des effets dans le passé à partir d’une linéarité historique.
Cette logique tente d’éluder la discontinuité, qui s’exprime dans la production de la scène des liens, dans cette situation inédite, dans cet affrontement des corps qui est en train d’avoir lieu.
Dans la multiplicité des signaux qui s’expriment dans une scène, nous proposons de donner place à une fugacité, qui remet en cause et montre l’impossibilité d’un discours et de significations qui tendent vers des points de clôture. Une telle fugacité n’annule pas le récit historique, elle met un frein à l’explication causale linéaire de la situation dans l’expérience de son advenir. Tel est le temps en mouvement, celui que l’on parcourt en le cartographiant.
Mots-clés: temps, continuité, discontinuité, histoire, événement
Summary
The time in movement. Family history. Event
In this work, questions are raised regarding the emotional experiences in the links that are played out in a historical narrative, in the “scenes” that are presented in link therapy. Even if these scenes rolled out at different times, the associations themselves tend to build a chain of continuities that seek out causes and effects in the past from a historical time line.
This logic tries to avoid the discontinuity that is expressed in the production of the linking scene, in this unprecedented situation, in the clash of bodies that is now happening.
Among the multiplicity of signals that are expressed in a scene, we take into consideration a transience, which challenges and raises the impossibility of a straight discourse and meanings that tend towards points of closure. Such transience does not invalidate the historical narrative. It puts a break on the linear causal explanation of the situation, and highlights the experience of its occurrence instead. Such is time in movement: that which we go through while we are mapping it.
Keywords: time, continuity, discontinuity, history, event.
Resumen
El tiempo en movimiento. Historia familiar. Acontecimiento
En este trabajo, se plantearán interrogantes respecto de las experiencias emocionales vinculares, que se ponen en juego en un relato histórico, en las escenas que se presentan en la clínica vincular.
Si bien las escenas se despliegan en tiempos heterogéneos, las asociaciones, tienden a construir una cadena de continuidades, que va en busca de causas y efectos en el pasado desde una linealidad histórica. Esta lógica trata de eludir la discontinuidad, que se expresa en la producción de la escena vincular, en esa situación inédita, en ese choque de cuerpos que está ocurriendo.
En la multiplicidad de señales que se expresan en una escena, se plantea hacer lugar a una fugacidad, que desafía y plantea la imposibilidad de un discurso y de significaciones que busquen puntos de clausura. Esa fugacidad no anula el relato histórico, le pone freno a la explicación causal lineal de la situación en la experiencia de su ocurrir. Ese es el tiempo en movimiento, el que se transita cartografiándolo.
Palabras clave: tiempo, continuidad, discontinuidad, historia, acontecimiento.
ARTICLE
En este trabajo, voy a pensar el tema del tiempo a partir las transformaciones disciplinares que hicieron temblar al siglo XX y XXI, e interrogar, si estas transformaciones interpelan a nuestro campo de trabajo psicoanalítico vincular, con especial referencia a temas conexos como el ser, la historia, la causalidad, la determinación.
En el año 1839 se comienza a divulgar mundialmente el primer procedimiento fotográfico: el daguerrotipo, desarrollado y perfeccionado por Louis Daguerr. Las fotografías nos brindan ese instante en el que algo queda capturado del flujo del tiempo. Imagen que perdura y estatiza un momento, una situación, una escena.
En 1894, el interés de los hermanos Lumière (nacidos en esta ciudad) por las “fotografías animadas” se despertó cuando su padre les trajo de París el kinetoscopio de Edison, aparato en el que era necesario aplicar el ojo a un visor para poder contemplar una película. De allí, el cine paso a la pantalla. Estecambio implicó el tránsito de las imágenes fijas, a las imágenes en movimiento. Pero no fue solo un cambio tecnológico, a su vez lo que era el tiempo de un instante fijado en una foto, permitió comenzar a pensar el tiempo, los tiempos en movimiento, es decir, pensar el tiempo en modos de devenir.
En el cuento El jardín de los senderos que se bifurcan (Borges, 1941), el protagonista refiriéndose a su antepasado, escritor, dice así: “El jardín de los senderos que se bifurcan es una imagen incompleta, pero no falsa, del universo tal como lo concebía” Ts’uiPên
(escritor).
A diferencia de Newton y de Schopenhauer, suantepasadono creía en un tiempo uniforme, absoluto. Creía en una red creciente y vertiginosa de tiempos divergentes, convergentes y paralelos. El tiempo se bifurca perpetuamente hacia innumerables futuros. En el espacio conceptual de la modernidad (XV al XVIII) la ciencia presentaba un universo mecánico, manipulable y predecible.
El siglo XX se fue despidiendo de lo absoluto. De las verdades universales.Y ahora en el siglo XXI, los andamiajesteóricos y clínicosmas instituídos están siendo interrogados , ya que los supuestos científicos y filosófico se interpelan enunciados que fueron creados en otras épocas, cuyas bases han sido reformuladas e incluso rebatidas. Se propone actualmente, una lectura multidimensional de los procesos psíquicos, que requiere tener en cuenta lo vincular y social en el proceso de subjetivación, desde el inicio mismo de la vida.
Ya no se piensa que el discurso socio cultural rodea a los sujetos como contexto, sino que es copartícipe de los procesos de subjetivación, tanto como el dispositivo familiar.
El psicoanálisis nace en una época en la que el Sujeto es pensado como sustancia. Una versión del mundo que se apoyaba en el dualismo (cuerpo/mente, sujeto/objeto, mundo interno/mundo externo, naturaleza/cultura). En ese mundo científico, la diversidad, la fragilidad, la heterogeneidad, no son posibles de ser pensadas. Todo era pensado como sólido. Ficción sumamente útil que persistió durante una época, en la cual se forjó la idea de familia que se sostuvo tanto desde la iglesia, como desde el capitalismo. La teoría psicoanalítica concebida durante la modernidad, aún en su indudable creatividad, quedó en algunas de sus formulaciones atrapada en este mundo epistemológico, atravesado por el positivismo y el determinismo
No había allí lugar para nociones como el acontecimiento, el azar, los flujos del devenir, las dinámicas no lineales.
Es necesario aclarar que esta descripción, no es presentada como una carencia del
Psicoanálisis, sino que en cada época hay zonas de oscuridad como bien lo señala Agamben y otras que están iluminadas. Marx diría ya en 1848, premonitoriamente, que todo lo sólido se desvanece en el aire, todo lo sagrado es profanado y los hombres, al fin, se ven forzados a considerar serenamente sus condiciones de existencia y sus relaciones recíprocas.
La hipótesis determinista y el principio de Razón Suficiente (o razón determinante) fueron ejes fundamentales en la construcción de las lógicas de la ciencia moderna. Como dice el principio de Razón Suficiente: nada acontece sin razón… ningún hecho o enunciado puede ser verdadero o existente… sin que haya una razón suficiente para que sea así y no de otro modo.
En este marco Freud y Breuer escriben en la Comunicación Preliminar de 1892 que la falta de correlación entre los efectos (síntomas) y sus causas (traumas), es sólo aparente; aquella existe: los síntomas han sido causados por traumas. Pero éstos se han tornado inaccesibles al recuerdo en la mente de las enfermas. No se trata de efectos inmotivados o sin causa, sino de efectos de causa escondida. Las histéricas están enfermas… no de falta de lógica, sino… de reminiscencias.
Si bien en un primer momento Freud, en su fantásticainvención del funcionamiento del inconciente evadía intensamente la idea de razonabilidad, no hay duda que fue poco a poco, como quizás no podía ser de otra forma, en el intento de quedar incluído en la concensualidad de la época, haciéndose solidario de la idea de determinación y causalidad.
Así que el inconciente al inicio, libre de tiempos formales, caótico, fue quedando apresado en numerosas formulaciones e incluso personalizado y familiarizado como en la construcción del Complejo de Edipo.
La búsqueda de un por qué (causa) y del sentido inconciente se torno el eje central del proceso analítico concentrando en la transferencia. El lugar para lo no determinado tenia escasísimo espacio. El trabajo era pensado fundamentalmente en el sentido de desplegar lo plegado en el inconciente.
Si bien muchas fueron las reformulaciones de estos principios por diferentes autores, tanto en la clínica como en la teoría, es posible corroborar que esta lectura sigue vigente y en algunas ocasiones, más fuertemente aun que lo que Freud mismo había enunciado. Estamos actualmente inmersos en una revolución epistemológica, ytambién de los modos de vincularse. Los tiempos de los cambios en las teorías y en la vida de las personas no son uniformes.
Desde una perspectiva psicoanalítica de los vínculos, se toma en cuenta que el trabajo vincular es pensado como el hacer con otros, entre otros,otros no pensados como relaciones objetales. Estas ideashan producido reformulaciones, deconstrucciones e innovaciones. Este hacer vincular entre otros, no puede caer bajo la égida exclusiva de la repetición y de la predicción, este hacer se produce, se construye y siempre está por venir, así como los sentidos posibles de esta producción, no son solo rastreables, sinoque estánahí, como escena de producción y afectaciones de la presencia. El tiempo ya no es pensado como lineal, la causalidad deja de ser soberana, la subjetividad es en devenir y las historias son narrativas entre los que participan del relato, que se pone en juego en la singularidad de los vínculos.
Nuevamente Borges en 1942 dice haber reflexionado sobre el hecho de que todas las cosas que le suceden a uno, suceden precisamente ahora. Siglos de siglos y sólo en el presente ocurren los hechos.
El creciente desarrollo de la perspectiva psicoanalítica de lo vincular, puso en juego que en el trabajo analítico vincular, había algo a lo que darle lugar en la teoría y la clínica, la aparición de nuevos emergentes.
Momentos inéditos, tramas inéditas, torbellinos de tiempos enredados, bifurcados. Tiempos en movimientos no predecibles.
Si la versión arqueológica del psicoanálisis clásico (historia) nos lleva a investigar, incursionar en parajes donde se espera encontrar el sentido, el significado de síntomas o de modalidades vinculares en juego, otra versión, la cartográfica, (geográfica) nos permite recorrer terrenos diferentes, no solo los que marcaría el curso de la historia, sino el encuentro con otras posibilidades, en las cuales los sentidos no estaban previamente inscriptos, sino que se producen, donde están ocurriendo los sucesos.
Una escena:
El consultorio en una institución, unas personas, padres pero no pareja.
Alguien golpea la puerta. Es uno de los hijos que viene de su sesión individual que se estaba desarrollando en la misma institución. Pregunta si se puede quedar.
Le digo que si les parece, yo no tengo inconveniente.
Al pasar por al lado de su madre para ir a sentarse, roza con fuerza, un golpe, en su pierna.
Ningúncomentario. Silencio.
Asombrada pregunto ¿Qué pasó?
El hijo mira, me mira y dice: “y bueno, cuando yo tenía 5 años ella me encerró en un placardy da detalles de aquella situación vivida, supuestamente 7 años antes”.
Sigo asombrada e interrogo: ¿Estaseríauna explicación de lo que acaba de ocurrir? El padre, lo mira con cierta complacencia como avalando con una mueca lo que dice el hijo.
Es decir como justificando el hecho a partir del relato.
La madre se angustia.
Esto está ocurriendo, en esta escena. ¿Habría que llevarla a otra escena que es la que supuestamente explicaría lo que estápasando?
¿Se trata de una historia o de varias historias? ¿Se puede construir un nuevo relato?
El historiador Ignacio Lewkowicz (Kleiman y Gurman, 2004) comentó respecto de un caso clínico «En el campo del discurso histórico tenemos una polémica bastante abierta, sobre la suposición de que exista un sujeto llamado “la historia”, que puede ser la historia de Francia, o cualquier otra, pero que sea una entidad unificada la que soporte un proceso histórico y hay toda una corriente, donde más bien suponemos que se trata de situaciones singulares, cada una con su lógica, cada una con su temporalidad, que no son unificables en la unidad imaginaria llamada la historia. Me parece que en el terreno de ustedes, psicoanalistas, el equivalente de esta unidad imaginaria que nosotros llamamos “historia”, es la vida… La vida parece una sustancia unificada, pero no lo es» (p. 4).
Se hacen enormes esfuerzos en las sesiones para unificar, para dar continuidad. Como pensar que el relato, no es la continuación de la antigua historia en estas circunstancias, sino que más bien, es algo actual lo que se está produciendo, en lugar de pensar que aquella otra historia tiene un valor especial, al ser actualizada?
La enorme tarea es ¿cómo hacer para no ligar, ni desligar automáticamente una situación familiar actual, con situaciones personales o familiares anteriores? ¿Cómo registrar el montaje de la escena , en la que están transcurriendo los hechos, si esa escena queda inmediatamente remitida a algo ya sucedido?
El tiempo debería ser concebido como un ovillo enmarañado, másque como una línea, superposiciones, desvíos, más que sucesión. Un gran tornado más que algo delineable. Variaciones no diseñables, más que un orden establecido
No habría unidad de tiempo, como no hay unidad de sujeto. No habría un tiempo unificado sino múltiples relatos que dan cuenta de la diversidad de situaciones a los que remiten.
La suposición de una unidad trascendente puede producir bloqueos, falsas evidencias. Isidoro Berenstein lo plantea así al cuestionar los intentos de explicar, lo que ocurre en la sesión desde los antecedentes históricos de la familia, que usualmente va a ser usada para buscar las causas de lo que está ocurriendo (Berenstein, 2004; Berenstein y Kleiman, 2006).
Los saberes previos pueden disolver las situaciones, si aludimos a ellos para explicarlas, La propuesta de lo vincular, es que el tiempo no quede enclaustrado en el relato histórico, como relato causal determinante. Lo que no significa no tomar en cuenta el relato que se realiza de la historia.
Didí Huberman (2006) diría: «desbordar lo que sería un tiempo pacificado de la narración ordenada. Y nuestro trabajo es mirar imágenes o crear imágenes que deconstruyan los clichés. Por eso me interesa poner en conexión las imágenes entre sí a través de un recurso constante a la idea de montaje. Lo importante es poner en relación las imágenes porque ellas no hablan en forma aislada»(p. 56).
No hay que perder nunca de vista la singularidad de las imágenes y la multiplicidad: nunca hay una imagen, sino imágenes.
¿Como hacer el montaje de esta escena en el consultorio? La vida es un instante en el curso histórico de un movimiento interminable. Todo pensamiento acontece en la mitad: entre lo pensado y todavía por pensar, en medio de algo sin comienzo y sin final.
En su Ensayo sobre el pensamiento sutil, Juan Carlos De Brasi (2016) intenta deslindar la causalidad de la determinación. Crea el término “des-terminación” e indica que lo que está determinado en su trazo se encuentra de(s)terminado en el acto de su movimiento. Según este autor la causalidad soporta la herida íntima de una des-terminación que nunca termina de cicatrizar.
Desde la perspectiva vincular desde la que estoy pensando, la idea es esa, que lo que sucede vincularmente, es un devenir sin predicción, no atribuibleexclusivamente a lo ya sucedido el Devenir impide, que un suceso quede sobrecodificado, ya que un momento histórico nunca es una totalidad homogénea. Siempre son posibles nuevas combinatorias, nuevos acontecimientos.
El tiempo las historias, en sus discontinuidades, se mueve entre representaciones y nuevos modos de afectaciones vinculares. El tiempo en movimiento. El recuerdo al que alude el hijo, parecía un párrafo aprendido, no se registraban afectos, solo un intento de reducir la situación a una otra escena.
Entonces en la entrevista dije algo parecido a esto. Puede ser que entre ustedes haya habido algunas experiencias de mucho malestar. Quizás lo que acaba de suceder, se parece a otras situaciones ya vividas.
A mi me sorprenden el golpe, los gestos entre ustedes, el clima de tensión que percibo.
Les propongo que hablemos de esto que acaba de ocurrir.
En el país de las Maravillas dice Alicia: Sr. Conejo:¿cuánto dura el “para siempre”? Conejo: A veces, sólo un segundo…
Bibliografia
Berenstein, I. (2004). Apuntes Acerca De Los Distintos Tiempos En Psicoanálisis. Conferencia
Asociación Psicoanalítica Argentina – Buenos Aires, 28 de Setiembre de 2004.
Berenstein, I., Kleiman, S. (2006). Historia, Situación Y Practica Psicoanalítica. Taller presentado en Fepal – XXI Congreso Latinoamericado de Psicoanálisis, Lima, Perù.
Borges, J. (1942). El Jardin De Los Senderos Que Se Bifurcan. Buenos Aires: Editorial Sur.
De Brasi, J.C. (2016). Ensayo sobre el pensamiento sutil: La cuestión de la causalidad. La causalidad en cuestión: Volume 4. Buenos Aires: Editorial La Cebra, 2013.
Freud S., Breuer J. (1892). Sobre el Mecanismo Psíquico de los Fenómenos Histéricos: Comunicación Preliminar. Obras Completas, tomo II. Madrid: López Ballesteros Huberman, D. (2006). Ante El Tiempo. Buenos Aires: Adriana Hidalgo Editora.
Kleiman, S., Gurman, H. (2004). Repetición, Producción, Acontecimiento. Historia De Una Familia. Comentarios Ignacio Lewkowicz, Fascículo I. Buenos Aires: Editorial CP67.